viernes, 27 de octubre de 2017

8 consejos prácticos para iniciar un emprendimiento por primera vez

Emprender vale la pena siempre y cuando se tenga en claro que es una nueva forma de vida y no una solución mágica. Todos los viernes en este espacio decimos #HaceloPosible, desde la convicción que  es un camino genial. Muchos sueños y proyectos, solo pueden ver la luz por la vía del emprendimiento propio y, desde ya, fácil no es. Solemos afirmar que no hay fórmulas reveladoras pero, de todos modos, hay una serie de puntos muy importantes que ayudan a dar el gran paso.

Estos son los 8 consejos que todo emprendedor debe leer y poner en práctica para iniciar el camino:



1 - Abandonar la queja

Es muy usual, y más aún en Argentina. Las charlas de café, las sobremesas con amigos, las reuniones con colegas, todos coincidimos que las condiciones de trabajo no son óptimas. La opinión general de los profesionales es que, cada uno en su ámbito, no son reconocidos y los salarios no están acordes a la formación académica y al esfuerzo invertido. Pues bien, la pregunta es ¿Qué haremos con eso? El primer ejercicio es detectar el momento exacto en que la queja surge y evitarla. Cambiar cada protesta por una idea para el inicio. El tiempo desgastado en lamentos genera un circulo de negatividad nocivo para la creación y producción. Es fundamental abandonar la queja para proyectar la evolución.

2 -Pasar de la palabra a la acción 

Es el momento bisagra. Con la lista de tareas armadas y la decisión firme, el primer paso es el momento del comienzo definitivo. Sin embargo, muchas veces, esa primera acción tarda, se demora, se posterga y pasan meses o años hasta el arranque. Muchos opinan que se trata de una cuestión psicológica del emprendedor y sí, es muy posible que así sea. En este punto, la recomendación es dejar lo profesional en tiempo de espera y profundizar sobre cuestiones emocionales, personales, anímicas ¡Ganar fuerza! Refugiarse en afectos y métodos de contención para seguir el impulso necesario para el despegue.

3 -  Buscar aliados 

Un obstáculo que se reitera es la imposibilidad de emprender, por motivos económicos o de know how. Esta cuestión no debe ser una barrera para el comienzo. En esta parte hay que buscar los actores necesarios para trazar alianzas. Es un proyecto propio, por lo cual es importante no olvidar que las condiciones son las que a ambas partes les resulten convenientes. Las redes de contactos son la fuente de sabiduría de esta instancia. Establecer las pautas con antelación para evitar disgustos y hacer pruebas piloto es la metodología más recomendable.

4 - Mejorar los procesos

Todos los emprendedores poseen experiencias laborales previas que fueron frustrantes. Esas vivencias serán el capital inicial para mejorar los procedimientos en el nuevo proyecto. Entonces, sobre la base de lo que no se quiere repetir, se construirá una forma de trabajo que, por agradable y nutritiva, producirá más y mejor. Que sea rentable, armonioso, viable, sustentable y placentero deberían ser las reglas de oro de todo emprendedor. Hacerlo posible depende la organización, planificación y determinación.


5 - Iniciar las capacitaciones necesarias

La base de la estructura de todo emprendedor debería ser vivir en capacitación permanente. Tal vez elegir los momentos del año, las prioridades de cada curso o taller y los objetivos que se quiere obtener con ellos es una buena idea para dar curso a esta sección. En la ciudad de Buenos Aires, el gobierno ofrece una oferta de capacitaciones para emprendedores que es en verdad imponente. Es usual encontrar en las aulas más de los Centros de Formación Profesional mayoría de alumnos extranjeros que aprovechan las posibilidades que no hay en sus lugares de origen de forma gratuita y pública. En cada uno de los municipios de Gran Buenos Aires y el interior del país también, hay opciones muy útiles en bibliotecas, centros culturales, sociedades de fomento y demás entidades. Estas opciones son herramientas que los emprendedores deben aprovechar, por costos y por intercambio con pares.

6 -  Respetar el tiempo propio y ajeno

Este equilibrio es, con frecuencia, difícil de lograr. También es algo que, en general, no se tiene en cuenta. Los tiempos son el capital más importantes en la vida de los emprendedores. Incluso más que el dinero, los momentos de trabajo, de ocio, de capacitación y de intercambio son los tesoros que se deben cuidar y preservar. Poner límites con el tiempo propio, organizarlo y administrarlo, es imprescindible. Del mismo modo, cuidar el recurso de espacios temporales ajenos, colaboradores y aliados, para que la armonía sea fluida y permanente.

7 - No repetir patrones heredados

Las épocas cambian y, con ellas, las formas de trabajo. El camino del emprendedor es único, personal e intransferible. No hay razones para repetir esquemas precedentes, a menos que los mismos sean muy interesantes y se conviertan en un beneficio dentro del proyecto. Los mandatos son, en el inicio, un obstáculo a superar para el emprendimiento. Con el camino iniciado hay que estar muy atentos para evitar las formas que no sumen. Prueba y error, creatividad, iniciativa, inventiva y, sobre todo, libertad en esta etapa de establecer las reglas .

8 - Sacar ventaja de la diferencia

Hay algo que cada emprendedor puede ofrecer más y mejor que los demás. Un detalle, un saber, un conocimiento, una diferencia que será la clave del éxito. Esa ventaja se hará bandera, cubrirá todo el recorrido del proyecto y alcanzará la forma de marca personal para siempre. En todos los casos, esta virtud al emprendedor le queda cómoda, es casi una característica de nacimiento, no hay ningún esfuerzo extra. Recostados sobre sus virtudes, los emprendedores viajarán hacia esta nueva vida que vale la pena vivir. Cada uno piense cual es su diferencia que lo hace único y exclusivo, practiquen ponerla en práctica y repitan frente al espejo #HaceloPosible

Fernanda Santágata

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